En cuanto a la sintomatología, únicamente podemos hablar de la realización de dichos tics. Estos pueden ser:
- Simples: movimientos repentinos, breves y repetitivos en los que están involucrados un número límite de grupos musculares. Los tics simples suelen incluir el parpadeo, muecas faciales, encogimiento de hombro, etc.
- Complejos: en este caso, los movimientos abarcan varios grupos musculares, como por ejemplo muecas faciales junto con torcedura de la cabeza y encogimiento de hombros.
Tratamiento → la mayoría de las personas que padecen de dicho síndrome no requieren de medicamentos para controlar los tics. No obstante, existen una serie de medicamentos, los neurolépticos, que son efectivos para aquellos cuyos síntomas interfieren con su funcionamiento diario, aunque desgraciadamente no eliminen completamente los síntomas.
Cuando se decide suprimir estos medicamentos, es necesario hacerlo de manera gradual para evitar así posibles rebotes de los tics.
Otro tratamiento complementario es la psicoterapia, es decir, un tratamiento que tiene como objetivo el cambio de pensamientos, sentimientos y conductas. Esta terapia puede ayudar a aquellos que la padecen a adaptarse mejor a su trastorno y a manejar los problemas sociales y emocionales que a veces conlleva este síndrome.
Para más información os invitamos a consultar:
https://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/sindrome_de_tourette.htm#síntomas
https://www.cop.es/colegiados/ca00088/pag7.htm
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