Esta es una enfermedad muy conocida, por lo que la mayoría de vosotros conoceréis, de forma general, sus síntomas. En este post los nombraremos de forma general, así como las opciones de tratamiento que existen.
Al inicio de esta enfermedad, encontramos imperceptibles pérdidas de memoria que, con el tiempo, se hacen más notorias e incapacitantes. Además, empezaremos a notar problemas en el habla, la comprensión, lectura y escritura.
De forma más esquemática, los síntomas neurológicos más comunes son:
- Pérdida de memoria a corto plazo: incapacidad para retener nueva información.
- Pérdida de memoria a largo plazo: incapacidad para recordar información personal (cumpleñaos, profesión…).
- Alteraciones en la capacidad de razonamiento.
- Afasia: incomprensión de las palabras o pérdida del vocabulario.
- Apraxia: descontrol sobre los músculos.
- Pérdida de la capacidad espacial: desorientación.
- Cambios de carácter: confusión, apatía, irritabilidad…
En cuanto al tratamiento, como seguro que sabéis, no existe ningún tratamiento que “cure” el Alzheimer, pero sí que disponemos de una serie de fármacos que pueden retrasar la progresión de la patología ( en determinadas etapas).
Los fármacos que se utilizan son los que elevan los niveles de acetilcolina en el cerebro, y serían: anticolinesterásicos o inhibidores de la acetilcolinesterasa.
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