Debido a que esta patología es bastante conocida, seguro que muchos de vosotros tenéis una idea de cuales son los síntomas más característicos de ella. A continuación, os vamos a citar los síntomas más típicos:
- Temblor: que consiste en un movimiento rítmico hacia delante y atrás.
- Rigidez: una resistencia o falta de flexibilidad muscular.
- Bradicinesia: es la pérdida de movimientos espontáneo y automático.
- Inestabilidad: lo que hace que se inclinen hacia delante o atrás haciéndolos propensos a caerse.
- Depresión: que empeora con los medicamentos para tratarla.
- Dificultades para tragar o masticar.
- Problemas urinarios: como la incontinencia o dificultad para orinar.
- Estreñimiento.
- Trastornos del sueño: somnolencia o pesadillas.
- Pérdida de la expresividad: el rostro pierde expresividad y tiene dificultad para mantener la boca cerrada.
- Acinesia: consisten en un inmovilidad total que aparece sin previo aviso y dura un par de minutos.
- Aumento o pérdida de peso.
- Hiposomia: es la mala distinción de los olores.
En cuanto al tratamiento, como seguro que ya sabéis, el Parkinson no puede curarse, pero si podemos ayudar a controlar los síntomas de forma significativa. En casos muy avanzados podríamos recomendar la cirugía. De forma general, se recomiendan cambios en el estilo de vida (realizar ejercicio aeróbico continuo) y la fisioterapia enfocada en el equilibrio y el estiramiento. Para los problemas de habla también se debería recurrir a un logopeda.
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